Deportistas que tuvieron que abandonar su carrera por culpa de un ‘fan’

By Reporte 40 - agosto 27, 2020



La peleadora de la WWE, Sonya Deville, perdió el titulo con lo que se retiró de la lucha libre de manera momentánea, aunque todo parece indicar que se trata de un pretexto, después del terror que vivió hace unos días, cuando un hombre de 24 años la intentó secuestrar.

Se trata de Phillip Thomas II, quien viajó hasta la casa de Deville en el condado de Hillsborough en Florida, para secuestrarla. Según los reportes, el delincuente estaba armado con un cuchillo y gas pimienta, además, los detectives revelaron que la luchadora habría recibido una serie de mensajes para amenazarla a través de redes sociales., algunos de ellos con amenazas directas en contra de su familia.

El hombre recorrió 725 kilómetros desde el estado de Carolina del Sur, tan sólo para buscar a la atleta, es por eso que el juez determinó que es una amenaza para la seguridad de la comunidad y se le negó la libertad bajo fianza. El detenido enfrenta cargos de acoso agravado, robo a mano armada en una vivienda e intento de secuestro a mano armada.

El incidente tuvo lugar la noche del 16 de agosto, cuando Berenato, de 26 años, se despertó por el sonido de alarma de su casa. Entonces, asustada, despertó a su amiga y las mujeres corrieron a la sala, donde vieron a un hombre vestido de negro y una mascarilla facial negra, parado frente a una puerta de vidrio, “simplemente mirándola”.

Según testificó, Thomas se mostró indiferente al sonido de la alarma. Cuando el hombre empezó a caminar hacia ella, la luchadora huyó de la casa en el vehículo de su amiga y avisó a las autoridades.

La historia de Tonya Harding esta tan extraordinaria que hicieron una película sobre sus inicios en el patinaje y por su puesto el ataque a su excompañera, Nancy Kerrigan, quien a mediados de la década de 1980, comenzó a trabajar en la escalera de patinaje de competición. Ocupó el sexto lugar en el Campeonato de patinaje artístico de 1986, quinto en 1987 y 1988, y tercero en 1989. Después de ganar el Skate America en 1989, fue considerada una gran contendiente en el Campeonato estadounidense de patinaje artístico de 1990.

El año decisivo de Harding se produjo en 1991, cuando obtuvo su primer triple axel en el Campeonato de Estados Unidos​ y ganó el título con el primer 6.0 del evento otorgado a una única patinadora por mérito técnico. En el Campeonato Mundial de 1991 volvió a completar el triple axel , convirtiéndose en la primera mujer estadounidense en realizarlo en un evento internacional, además de ser la primera mujer en ejecutar con éxito dos triple axel en una sola competencia y la primera en completar una combinación de triple axel con el doble toe loop.

El 6 de enero de 1994, la competidora del equipo principal de Harding, Nancy Kerrigan fue atacada después de una sesión de entrenamiento en el Campeonato de Patinaje Artístico de Estados Unidos en 1994 en Detroit por un atacante, identificado posteriormente como Shane Stant. El exmarido de Harding y uno de sus más fieles seguidores Jeff Gillooly, y su autoproclamado guardaespaldas, Shawn Eckhardt, contrataron a Stant para romperle la pierna derecha a Kerrigan para que no pudiera competir en los Juegos Olímpicos de invierno de 1994, pero para su desgracia su rival se recuperó y Tonya quedó fueras de las competencias.

El 30 de abril de 1993, cuando tenía 19 años y era la número 1 del mundo, un hombre alemán, de nombre Günter Parche y fanático de Steffi Graff, le clavó un cuchillo por la espalda en plena cancha durante el WTA de Hamburgo, en partido de cuartos contra Magdalena Maleeva y de esta manera evitar que avanzará a la siguiente ronda.

Ante el desconcierto y el horror de los siete mil espectadores presentes, la tenista se levantó, se llevó la mano al hombro, dio varios pasos y se desplomó en la arcilla. Su oponente, Maleeva, lloraba mientras aún sostenía su botella de agua. Pero aquel lunático tenía un solo objetivo: neutralizar a Seles para que su ídolo, Steffi Graf, volviese a ser la mejor tenista del mundo.

Antes de cumplir 20 años, esta serbia había ganado ocho grandes títulos (una estadística que hoy sigue siendo un récord). Günther Parch, un alemán de 38 años que sufría instintos suicidas cada vez que su ídolo Steffi Graf perdía un partido, logró su propósito de quitarse a Seles de en medio: tardó dos semanas en cicatrizar (la herida tenía tres centímetros de profundidad, y se quedó a cinco de dejarla paralítica).Se cumplió la profecía de Günther Parche y siguió ganando títulos como si Seles nunca hubiera existido: seis torneos (de ocho) durante los dos años de ausencia de su oponente. Monica Seles sufría pesadillas, ataques de ansiedad y una depresión agravada por el diagnóstico de cáncer de estómago incurable de su padre, Karolj Seles, situaciones que terminaron de alejarla de las canchas.


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