Abierto Mexicano de Tenis 2021 se realizará con aforo de 50% y sin torneo femenil

Con un aforo de 50 por ciento de su capacidad, sin torneo femenil y estrategias de salubridad durante el evento, se realizará la edición 28 del Abierto Mexicano de Tenis 2021, en el puerto de Acapulco, del lunes 22 al sábado 27 del próximo año.

La venta de boletos iniciará el 21 de septiembre, con costos que van desde los 510 hasta los 20 mil 950 pesos.

Las previsiones para evitar el contagio del coronavirus han encausado nuevas estrategias sanitarias y en el tour mundial del deporte blanco habrá también cambios; sin embargo, a seis meses de que se realice el evento, los protocolos no están definidos en su totalidad, pues según Raúl Zurutuza, director general del AMT, las logísticas de otros torneos y el mismo ritmo de propagación determinará los lineamientos.

“Era muy importante arrancar el tenis profesional. Ya se juega el US Open, luego la temporada de septiembre-octubre en Europa, y nos permite a todos los torneos del próximo año tomar sus experiencias, para tener un mejor servicio. Todos partimos de cero y habrá un proceso de aprendizaje, porque nos toca garantizar al público, a los jugadores, patrocinadores y medios de comunicación las condiciones posibles para asistir.

“Tendremos que hacer por lo menos lo que se realiza ahora; tenemos claras tres medidas: uso de cubrebocas obligatorio, aunque estemos a 30 grados centígrados; invertimos una cantidad importante en lavabos portátiles para que el público pueda lavar sus manos con más frecuencia; y la toma de temperatura será permanente y aleatoria, incluso en el estadio habrá personal dedicado a medir temperatura”, explicó Zurutuza.

Las mujeres no participarán por primera vez en la historia del torneo. Las damas hicieron su debut en la edición del año 2001, y de forma ininterrumpida jugaron por dos décadas seguidas. Su ausencia se debe a que la pandemia provocó la suspensión de la construcción del nuevo estadio, lo que complicó las negociaciones con su socio Octagon, titular de la franquicia del Womenis Tennis Association (WTA), para llevar a cabo el evento.

Aunque todavía no definen la cantidad de pruebas PCR para la detección de COVID-19, que se realizarán antes y durante el evento, el dirigente admitió que su costo es elevado.

“Es difícil proyectar cuantos tests se deben hacer. En Cincinnati están haciendo pruebas cada dos días y eso, financieramente hablando, para nosotros es prácticamente imposible, pues van en el rango de los 200 a 300 mil dólares. Es una inversión importante que puede desestabilizar el torneo de una forma crítica, pero se pueden administrar las pruebas de forma distinta, hacerlas más eficientes”, consideró.

asta el momento, en el estado de Guerrero, donde se realizará el AMT, se han dado poco más de 14 mil casos de coronavirus y mil 600 decesos.


“Hablamos con las autoridades del estado y nos comentan que empiezan a ver en el horizonte el semáforo amarillo, si esto pasa relativamente pronto, tendríamos algunos meses para pensar en que pueda moverse a Verde y cambia el tema; vamos paso a paso, tomamos decisiones consensada, y estamos muy entusiasmados con la posibilidad de que se juegue el torneo”.

Sin embargo, si las métricas se mantienen como hasta ahora, no sería viable realizar eventos sociales en torno al Abierto Mexicano, ni clínicas o citas con fundaciones u organismos filantrópicos, como antes de la pandemia.

Hasta el momento, la bolsa de premiación se mantendrá como en 2020, con un acumulado de 1.8 millones de dólares. “Si se tuviera que jugar con capacidad a 20 por ciento o si se llegara a jugar sin público, la ATP tendría que otorgarnos un descuento de 50 por ciento en el Price Money, eso está en pláticas, porque es parte de la situación que pueden enfrentar todos los torneos del tour”, agregó Zurutuza.

La meta es que con las experiencias de los eventos de este año se puedan acumular experiencias en logísticas de salubridad, para que en enero el AMT tenga sus propios protocolos y los ejecute durante la semana del torneo.

Esta será la XXVIII edición del certamen, que comenzó en 1993 en la Ciudad de México y en 2000 se mudó al puerto de Acapulco.